Texto Base: Gálatas 5:22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
INTRODUCCIÓN:
Contexto de la carta:
“La epístola a los Gálatas es mi epístola. Es como si estuviera unido en matrimonio con ella. Es mi Catalina”. Lutero
Esta carta ha sido llamada “El grito de guerra de la Reforma”, “la gran carta de la libertad religiosa”, “la declaración cristiana de la independencia”.
Esta carta responde a un sinnúmero de preguntas, entre las cuales están, ¿Cómo puedo encontrar la verdadera felicidad?, ¿Cómo puedo yo obtener la paz, la tranquilidad y la libertad del temor?
Nos lleva a ver la “libertad personal”—¡pero que realmente es un libertinaje desenfrenado!—con su énfasis en cosas como el sexo y el sadismo, el robo y el exceso (ef. 5:19–21)
Contexto del capítulo 5:
El tema de este capítulo es muy evidente, el evangelio de la justificación por la fe sin las obras de la ley.
Es la aplicación del evangelio lo que produce verdadera libertad.
En lo único que los creyentes deben gloriarse es en Cristo:
V1. Comienza este capítulo compartiendo la idea de que Cristo nos ha hecho libres, por lo tanto debemos permanecer en esa libertad, de alguna manera nuestra labor no es sino permanecer en la obra que Cristo ha realizado por nosotros.
V2-6. Vivir en el evangelio es lo que produce la verdadera libertad. No es la fe en Cristo más la circuncisión. Esta obra no es necesaria, es más, al circuncidarnos estaríamos diciendo que Cristo es insuficiente.
V7-12. La exhortación de Pablo a los gálatas, un llamado a volver a la libertad en Cristo.
V13-26. La libertad significa amor y no libertinaje. Es la definición de libertad de Pablo. El servir unos a otros en amor. Esto es ser dirigido por el Espíritu. Es en este contexto donde se pone en evidencia las obras de la carne, que son la consecuencia de una vida que no es guiada por el Espíritu. Estos que confunden la libertad con libertinaje, no heredan el reino de Dios.
Es también en este contexto donde se nos deja en evidencia el fruto del espíritu. Se nos muestra el contraste marcado que hay o debe haber entre la libertad y el libertinaje.
DESARROLLO DEL TEMA:
Definición de paz: relaciones armónicas entre personas, ausencia de agresión, armonía, tranquilidad; en ciertos contextos se considera bajo el concepto de Shalom en el AT, es decir, bienestar, salud.
Uso: la paz es el resultado del uso verdadero del amor. Esta paz es la serenidad de corazón que es la porción de todos aquellos que hemos sido justificados por la fe.
La paz es como el eslabón entre el primer y segundo grupo de frutos, porque esta virtud a menudo se contrasta con las contiendas entre los hombres que nos describe el primer grupo, y porque este segundo grupo describe aquellas virtudes que los creyentes manifiestan en sus contactos los unos con los otros y con los demás.
Debe ser claro que la única manera de tener esta paz, es habiendo depositado nuestra fe en el Señor Jesucristo, dice Pablo, que “El es nuestra paz”.
De esta manera no podemos concebir la idea de un creyente que ha tenido un encuentro personal con el Señor y no tenga y practique la paz.
Importante resaltar el hecho de que es un fruto del espíritu, lo que enseña que no es algo que fabricamos artificialmente como creyentes, sino que se deriva de nosotros los creyentes, es decir, que consecuente a nuestra salvación viene la paz.
Una paz que es el reflejo de la paz lograda con el Padre, por medio de Cristo. Además de como consecuencia lograda entre naciones.
Todo esto por el simple, pero poderoso acto de la predicación del evangelio.
APLICACIÓN A NUESTRA VIDA EN EL CONTEXTO DE LA FAMILIA Y LA EDUCACIÓN EN CASA:
A veces el deseo de satisfacer el anhelo más profundo del hombre toma una dirección diferente, aun opuesta. El legalismo produce libertinaje.
Por nuestra posición como padres tendemos a ser muy legalistas con nuestros hijos, esto con motivaciones que no se acomodan a las escrituras, estableciendo parámetros que contradicen la paz que el Señor logró.
Debemos confirmar esta paz con Dios, nosotros mismos, como es el llamado de Pablo a los gálatas, para luego reflejar esa misma paz con nuestros hijos.
La manera más práctica de lograr esto es mediando siempre con el evangelio, este debe estar presente en todos nuestros asuntos, mayormente con relación a nuestros hijos.
Mostramos mucha ley, pero poca gracia con ellos, esto estorba la paz verdadera.
La motivación en el aprendizaje de nuestros hijos debe estar clara, y es la gloria de Dios, no nuestra gloria delante de los hombres, por lo que deberíamos vivir siempre en total dependencia de Él.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN Y RAZONAMIENTO BÍBLICO:
¿Es la paz un fruto evidente en mi vida?
¿Procuro la paz con los que me rodean?
¿Soy ejemplo de paz para mis hijos?
¿Medio mis relaciones con el evangelio?
Oración de aplicación de la enseñanza aprendida para orar en familia:
Señor, debemos reconocer que el afán de este mundo nos lleva a olvidarnos de la gloriosa obra que has hecho por nuestras vidas, y cómo esta obra ha dejado en nosotros una semilla que produce virtudes que deben ser identificables por nosotros mismos y los que nos rodean.
Ayúdanos a que podamos ser emisarios de tu paz, y que podamos comenzar con nuestros propios hijos, que no olvidemos que fuiste tú, quien con tu glorioso evangelio mediaste trayendo la reconciliación entre Dios y los hombres, y que sólo por este mensaje es que podemos recibir la reconciliación de nuestras almas.
Perdónanos por actuar con incongruencia, al promover las discordias y los conflictos, sabemos que necesitamos de la asistencia de tu bendito Espíritu para poder vivir como tu palabra nos aconseja.
Por eso venimos a ti, oh Señor, rogando tu misericordia, en el nombre de tu Hijo Amado, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos, amén.
Fue un tiempo maravilloso para unir a las familias en torno a la Palabra de Dios Es una cita con Dios a la cual tu familia no puede faltar Te esperamos en nuestro tiempo con Dios del próximo mes
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